Otras tres familias con menores se ven afectadas por el desalojo de la Obra Social de la calle Callejo, 13. La PAH pide la inmediata cesión de viviendas de Sareb para alquiler social.
Tres familias organizadas en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) del distrito madrileño de Puente de Vallecas corren riesgo de desalojo este martes 21 de julio, si el juzgado de primera instancia número 100 de Madrid no atiende a las alegaciones sanitarias y humanitarias presentadas por la PAH Vallekas para impedir su expulsión de las viviendas que habitan en el número 13 de la calle de Callejo. PAH Vallekas considera que el desalojo y sus consecuencias, instados por la Sociedad de Gestión de los Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) pueden suponer un peligro para la vida de una de las vecinas del bloque situado en el número 13 de la calle Callejo, de 45 años y convaleciente de 5 operaciones del corazón. Además, en la finca vive una cuarta familia que se enfrenta a la misma amenaza de desahucio pero no forma parte de la PAH.
Victoria Ogando de Oleo fue dada de alta del hospital Gregorio Marañón de Madrid el jueves 9 de julio. Un día después ella y el resto de habitantes del bloque recibían la notificación judicial con la orden de desahucio. La vecina y miembro de PAH Vallekas ha sufrido cinco intervenciones consideradas de grave riesgo por el mal funcionamiento de la válvula mitral y numerosas complicaciones cardiovasculares. Las secuelas de estas cinco intervenciones le suponen desde hace meses la práctica inmovilidad. PAH Vallekas se ha puesto en contacto con responsables de Sareb para darles a conocer la situación y solicitar la suspensión indefinida del desalojo del inmueble, donde además viven tres menores de edad, por motivos humanitarios.
“Sareb no solo no ha atendido nuestra petición sino que ha respondido al recurso judicial que hemos puesto en el juzgado, pidiendo la intervención de la policía para facilitar el desalojo”, explica el portavoz de PAH Vallekas, José Luís de la Flor. “Llevamos años diciendo que los desahucios sin una vivienda alternativa ponen en riesgo nuestras vidas, y este es solo el caso más reciente y más extremo por la gravedad de las operaciones que ha sufrido Victoria y por la situación sanitaria y social producto de la pandemia del Covid-19”.
De hecho, en sus alegaciones al desahucio, PAH Vallekas ha instado al juzgado a que tenga en cuenta, por analogía, las disposiciones del Real Decreto 11/2020 de “medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al COVID-19”. Entre ellas, la suspensión de los procedimientos de desahucio de alquiler por un espacio de seis meses a contar desde la finalización del Estado de alarma. “Si decide seguir adelante con el desalojo, hacemos responsable a Sareb de lo que le pueda suceder a Victoria y al resto de vecinas el mismo día del desalojo o en las fechas siguientes”, ha recordado de la Flor.
El lunes 13 de julio, después de pocos días de recuperación en su domicilio, Victoria ha vuelto a ser ingresada por una infección postoperatoria. En los días previos al lanzamiento forzado por Sareb, ella se enfrente a una sexta intervención quirúrgica por la recaída.
Seis años de negociaciones sin fruto
El bloque de la calle Callejo, 13 no es un recién llegado. La PAH Vallekas lo recuperó en abril de 2014 como parte de la campaña de la Obra Social de la PAH, en la que familias pertenecientes a la plataforma se realojan en viviendas vacías propiedad de bancos, fondos o grandes tenedores de vivienda como Sareb. Desde entonces, PAH Vallekas ha solicitado al “banco malo” en repetidas ocasiones una negociación para el alquiler social de los residentes del bloque, que ha llegado a avanzar con la designación, por parte de Sareb, de dos entidades para mediar con las vecinas (Solvia e Inforsa). No obstante, las negociaciones nunca se han concretado, según la plataforma, en un calendario y compromiso de regularización. “Sareb parece tener un problema para avanzar en las negociaciones de los bloques recuperados por la PAH en Madrid, cuando no tiene ningún problema en negociar pisos individuales en los que han entrado sus habitantes por iniciativa propia”, explica de la Flor. El banco malo sí ha llegado a dar alquileres sociales a habitantes de bloques recuperados por la PAH en Sabadell, Salt y Manresa (Cataluña), donde el marco regulatorio es otro. “En Madrid ocho años después de su creación ni siquiera tienen un convenio firmado con la Comunidad de Madrid, y el que firmaron con el ayuntamiento de Manuela Carmena fue un bluff en el que entregaron pisos inhabitables.”
De producirse un desalojo el martes 21, la plataforma teme que marque un precedente para otras situaciones similares, tanto de pisos individuales como de bloques enteros, en los que Sareb había abierto algún tipo de proceso de regularización. Solo en Vallecas, otro bloque más de 14 viviendas situado en la calle Sierra de Llerena, 24, también perteneciente a Sareb, tiene procedimiento de desalojo abierto desde julio de 2018, sin que Sareb haya avanzado en la negociación que se abrió entonces. “La documentación que nos pidieron entonces para la negociación ya caducó hace un año y entre medias ya ha llegado la sentencia judicial. La fecha de desalojo de Llerena, 24 puede llegar en cualquier momento. Son ya muchos años (el bloque está habitado desde 2012) y las situaciones cambian, como nos ha demostrado dramáticamente la pandemia. Sareb deja morir las negociaciones de los bloques y a sus habitantes con ellas”, remacha de la Flor.
La PAH, junto a otras organizaciones, lleva tiempo pidiendo que las viviendas de Sareb y otros grandes tenedores rescatados por el Estado como Bankia pasen a formar parte de un parque público de vivienda social. El 10 de julio, representantes estatales de la PAH se reunieron con representantes del ministerio de Fomento para avanzar en esta y otras propuestas, y especialmente en superar el bloqueo que, de momento, ministerios clave como Economía ponen para sentarse a negociar. “No puede ser que Sareb sea en un 45% del FROB, dependiente del ministerio de Economía, y Bankia en un 60%, y a la ministra Nadia Calviño la veamos por las noticias. La cesión de vivienda de Sareb estaba en el programa electoral tanto del PSOE como de Unidas Podemos. Lo que suceda el 21 en Callejo es también responsabilidad suya”, concluye de la Flor.
Radio de calle, vídeos y un gran piquete para detener el desalojo
La PAH Vallekas ha activado todos sus protocolos para defenderse de este tipo de desalojos, tanto en el ámbito legal como en el institucional. “Nuestro recurso y la información sobre el caso ya están tanto en el juzgado como en los servicios sociales municipales, y esperamos que den fruto”. En la posibilidad de que ni el juzgado ni Sareb accedan a detener el desalojo con anterioridad, PAH Vallekas ha convocado a resistir pacíficamente el desalojo el mismo martes 21. Entre las actividades pensadas para el 21, un equipo de Radio Vallekas se trasladará para emitir en directo desde el bloque. También se trasladará un equipo de vídeo para documentar la resistencia al desalojo. “Desalojar a familias pobres y con graves problemas de salud en pleno verano, en medio de una pandemia, no puede salir gratis”.
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